martes, 5 de marzo de 2013

Siempre contigo.

Sabía que este día llegaría. Tu allí y yo tan lejos sin poder estrujarte en un abrazo. 
Desde que nos conocimos no ha faltado nunca un beso de cumpleaños, un regalo o una carta. 
Pero la distancia es lo que tiene y de momento toca acostumbrarse a nuestras llamadas interminables de horas y horas por teléfono.
Cierras los dieciocho y empiezas los diecinueve pero siempre con tu preciosa sonrisa en la cara.
Sé que sería mejor que estuviéramos las dos juntas celebrándolo por algún bar de la ciudad y más tarde perdernos y acabar de madrugada rotas en un portal. 
Pero no dudes que siempre estoy aquí, que aunque los trescientos kilómetros que nos separan se hagan pesados, nos queda menos de lo que piensas para poder disfrutar juntas otra noche más.
Las mañanas sin verte a las ocho de la mañana se hacen más pesadas, y las clases sin tenerte a mi lado son mucho más difíciles. 
Mi rutina y yo te echamos mucho de menos amiga. 
Cuenta y tacha los días y horas que quedan para poder compartir las noches juntas. 
Y otra vez, felices diecinueve, te quiero.
~M.

No hay comentarios:

Publicar un comentario