domingo, 7 de septiembre de 2014

De todo a nada

Como pueden complicarse de la noche a la mañana nuestras vidas,de sentirte una princesa a la persona más débil de la Tierra.

Pasar momentos que crees que son de película y pasar los mejores meses al lado de tu mitad,pero que en un abrir y cerrar de ojos sin entender porqué,se rompen y crees que para siempre.

Jamás pensabas que esto te iba a tocar a ti,esto no entraba en tus planes,pero sí,por mucho que lo intentases evitar,al final pasa,y te atropella de una forma inhumana,tanto que te deja sin fuerzas.

Pasa el tiempo y quizás olvidarte sea lo mejor,evadirte,estar solo,sin ruidos y en un mundo silencioso. Si olvidarte,pero no del todo porque siempre esta ahí,siempre aparece.

Pero lo que tiene estar enamorado,es que por mucho tiempo que pase,si amas a alguien de verdad,cuando lo vuelvas a ver se encenderá esa llama que ya creías que estaba apagada.

Volver a verte,volver a sonreírte,volver a mirarte y tocarte,abrazarte y besarte,si lo he dicho bien,besarte

¿Es correcto? No lo sé,pero sí se que esas mariposas que se sienten,yo las he vuelto a sentir,pero que ahora una vez más estamos en septiembre,y que este mes nos vuelve a separar,y yo me rompo,pero seguimos adelante tú con tu vida,yo con la mía,pero siempre en mi cabeza,siempre teniéndote presente cuando se supone que no ya no te debería tener en cuenta.

No tengo solución para esto,y creo que tú tampoco,no se si nos debemos de guiar con el corazón o con la cabeza,pero lo que sí tengo claro es que nos dejemos llevar y que el tiempo actúe y entonces tú y yo podamos actuar.

De todo a nada,de nada a todo.

                                                          SIEMPRE 8




lunes, 20 de enero de 2014

Despedidas

Pensaba que antes o después me acabaría acostumbrando a las despedidas, pero pasan los días, meses y años y despedirme de ti, me es tan difícil como el primer día.

Más de 365 días a tu lado y nuestras vidas se siguen basando en despedidas, estaciones de tren, viajes de ida y viajes de vuelta hasta próximo aviso.

Y es que, cuando te tengo en frente y me dices cuatro palabras: "me tengo que ir", mi corazón se encoge y en mi garganta se forma un nudo que no me deja articular palabra, pero por dentro grito, "no te vayas por favor".


Pero no dejemos que esto pueda con nosotros y que con cada despedida nos hagamos más fuertes, porque lo que vale dura, y lo que no se pierde.


Por eso hagamos que 8 se cumpla hasta el final.