Se dejan a un lado los cafés como droga para sobrevivir y vuelve el alcohol para olvidar. ¿Olvidarte a ti? Aún no estoy segura.
Debimos pensarlo antes y aprender que aunque sean amores sin contrato, también tienen su fecha de caducidad.
Puede que sí. Puede que no. Puede que esté equivocada y que en este mismo momento me pueda la rabia. Pero no hay futuro cercano, no hay sitio para dos allí.
En cuarenta y ocho horas podrían cambiar mucho las cosas. También quedarse así. Quietas. Sin resolver. O también podemos rendirnos. ¿Luchamos o lo damos por perdido?
Cualquiera me vale. Cualquiera sería buena. ¿Por qué? Estoy cansada. Cansada de las caricias con prisa. De las camas vacías. De los besos rápidos.
No te pido nada. Solo calor para soportar el invierno. Solo una sonrisa para cambiar mi rutina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario