martes, 11 de octubre de 2011

Esperando una llamada a las 4 y 26.

Llega el otoño y todo se ve gris. Julio está demasiado lejos como para querer volver, y agosto sigue constantemente en su cabeza.
Y aunque se hizo la promesa de no volver jamás siempre llegaría el día en el que hablarías de lo bonita que está ahora la ciudad.
Y ahora te busca pero no consigue encontrarte en esas noches de verano.
Y mientras tú la olvidas, ella te echa aún más de menos. 
Porque si no estás le sobra el tiempo...

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