martes, 20 de septiembre de 2011

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Lo único que nos quedó fue odio, ni siquiera una pizca de cariño. Solo odio y ningunas ganas de mirarnos a la cara.
Pasan los meses y aún sigo esperando una palabra de tu boca. Nunca pensé que llegaríamos a este punto antes de que pasara la tormenta y creo que ni tu ni yo intentaremos arreglarlo nunca.


Y llega el otoño. feliz, disfrutando y olvidándome un poco más que ayer. Mientras tanto yo estoy aquí, esperando algo que ni siquiera sé si llegará porque gracias a las hostias que me diste se me han quitado las ganas de querer. Y aunque me cueste admitirlo NO te necesito.


Pero tranquilo que este año en diciembre saldrá el sol.

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